En el corazón de Salamanca, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por su riqueza histórica y cultural, se erige una obra maestra del arte barroco: el retablo de la Iglesia de la Purísima. Esta magnífica estructura no solo representa un hito arquitectónico, sino también un testimonio viviente de fervorosa espiritualidad. Su retablo, obra de Cosimo Fanzago, constituye una pieza central que captura la esencia del barroco italiano en la península ibérica. De hecho, todos sus elementos fueron traídos desde Nápoles.
El convento de las Agustinas y la iglesia de la Purísima forman un conjunto conventual de clausura situado en el centro histórico de Salamanca. Fue declarado Monumento Nacional por Decreto de 15 de abril de 1935. La Iglesia de la Purísima cuenta con una severa e imponente fachada, una carta de presentación que anticipa la belleza y el esplendor que aguardan en su interior. Cada piedra parece contar una historia, cada detalle arquitectónico habla de un pasado donde la devoción y el arte se entrelazaban con maestría.
La familia Monterrey puso un especial énfasis en la construcción de la iglesia, aprovechando su experiencia napolitana. Por ello encargaron al escultor Cosimo Fanzago un retablo confeccionado con mármol. El artista, originario de Clusone, Italia, y activo principalmente en Nápoles, trajo consigo la grandiosidad del barroco italiano que se materializa de forma sublime en esta obra. Fanzago logra una simbiosis perfecta entre la escultura, la pintura y la arquitectura.
Como curiosidad, a la muerte de los condes de Monterrey -él falleció en 1653 y su esposa un año después- el retablo aún no había sido colocado. De hecho, no lo estaría mucho tiempo después, pues hubo que esperar hasta 1679 para ver todo el conjunto rematado y, más tarde, a 1687 para que el templo fuese consagrado y abierto al público.
Como gran protagonista se halla la monumental Inmaculada Concepción que José de Ribera había pintado para la familia Monterrey en 1635. A sus lados hay otras cuatro pinturas: San José, San Joaquín y Santa Ana, probablemente de Cavedone (laterales superiores izquierdo y derecho del conjunto); San Juan Bautista, de Guido Reni (lateral inferior izquierdo); y San Agustín (lateral inferior derecho), considerado de escuela flamenca.
En la parte superior del retablo se halla La Piedad, también de José de Ribera. Un cuadro vivo que nos regala la visión de una joya única en nuestra pintura. Una pinacoteca que reúne iconos de artistas de referencia y nos trasmite de forma sublime la armonía del color, la textura y la luz que lo envuelve.
El retablo de Fanzago es una invitación a contemplar, a perderse en detalles que, capa tras capa, desvelan una narrativa celestial. Cada elemento del retablo y cada rincón de la iglesia están imbuidos de un mensaje teológico y moral que buscaba guiar al creyente hacia una vida de piedad y devoción.
Hoy, la Iglesia de la Purísima no solo se mantiene como un monumento patrimonial de incalculable valor, sino también como una fuente de inspiración y contemplación para visitantes de todo el mundo. Su capacidad de conectar con los fieles y admiradores del arte no ha menguado; por el contrario, ha trascendido generaciones, erigiéndose como un testimonio perdurable del genio humano y la trascendencia espiritual. Visitar la Iglesia de la Purísima es, más que un recorrido por un espacio físico, una peregrinación a través de la historia, el arte y la fe.
HORARIO
HORARIO DE VERANO. De lunes a viernes: de 17 a 20 h. | Sábado: de 11 a 13:30h. y de 17 a 20h.
ACCESO
Acceso libre
UBICACIÓN
Plaza de las Agustinas, 37002
Para disfrutar en familia o con amigos
EL LEGADO DE LA
FAMILIA CHURRIGUERA_
La familia Churriguera desempeñó un papel crucial en la evolución del Barroco español, dando origen al estilo conocido como “churrigueresco”. Conoce de primera mano la evolución de los retablos barrocos a lo largo del tiempo de una forma dinámica y clave de humor con el último descendiente de los Churriguera con un recorrido dinamizado por actores para todos los públicos.
DÍAS DE LOS PASES: Sábados, 20 y 27 de julio; 10, 17 y 31 de agosto.
HORARIO DE LOS PASES: 11:05, 11:25 y 11:40 h.
DURACIÓN DEL PASE: 15 minutos
ENTRADA: Libre.
PLAN DE SOSTENIBILIDAD TURÍSTICA DE SALAMANCA