Real Capilla de San Jerónimo y de la Inmaculada Concepción
Ubicada en el corazón del Edificio de Escuelas Mayores, la Capilla de la Universidad de Salamanca fue transformada durante el siglo XVIII, concretamente entre noviembre de 1761 y marzo de 1767, bajo la dirección de Simón Gavilán Tomé y con la colaboración de Juan de Sagarvinaga y Jerónimo García de Quiñones. Este sagrado espacio en la actualidad presenta su tercera intervención de la capilla de la institución. Se conservan algunas imágenes del anterior retablo en el interior de las Escuelas Menores.
El interior de la capilla se caracteriza por sus bóvedas de cañón y está adornado con un retablo de exquisitos mármoles y jaspes. Este último acoge una obra de Cacciániga que ilustra el compromiso de los docentes universitarios por defender el Dogma de la Inmaculada Concepción en 1618 (entonces opinión pía), en clara referencia al carácter docente y pedagógico de la propia Universidad. De modo que se trata de un retrato identitario de la propia Universidad.
La capilla alberga tesoros como la hornacina que guarda el sepulcro de Fray Luis de León y un órgano barroco de 1709, obra de Pedro de Liborna Echevarría. Asimismo, se destaca un retrato del Beato Juan de Ribera, antiguo estudiante de la Universidad, pintado por Gregorio Ferro en 1796, el título del primer doctorado honoris causa que se otorga en la universidad española a una mujer: Santa Teresa de Jesús, y una representación de San Jerónimo en la entrada, atribuida a Simón Pitti.
La obra de Simón Gavilán Tomé en este retablo es un testimonio de su maestría y habilidad artística. El barroco, en su esencia, busca no solo adornar, sino también evocar y conmover. En la capilla de la Universidad de Salamanca, esta búsqueda alcanza una expresión particularmente conmovedora. Aquí, el arte y la arquitectura se entrelazan para crear un ambiente que es tanto un refugio de tranquilidad como un espacio de reflexión profunda.
Construido con mármoles de variados colores y orígenes, está decorado con bronces sobredorados de Francisco García, escultor de la Real Fábrica de la Moneda. Este incluye atriles y una barandilla del presbiterio con detalles notables como el escudo real de Felipe V y de la Universidad. El retablo se organiza en tres calles y tres cuerpos, con un cuadro central de mayor tamaño realizado en Roma por Francisco Caccianiga, que retrata el juramento de 1618. Este cuadro, por medio de unos engranajes, puede descender durante ciertos rituales para dejar descubierto un transparente, lugar en el que mostrar una custodia con la Sagrada Forma, demostrando el gusto de la época barroca por los efectos dramáticos.
A los lados de este lienzo central se encuentran otras dos obras del mismo artista que representan a San Juan de Sahagún y a Santo Tomás de Villanueva. En el cuerpo superior del retablo se exhiben tres lienzos adicionales, destacándose obras de medio cuerpo de Santo Tomás de Aquino y San Agustín, realizadas por Vicente González, y coronado por un Calvario de Antonio González Ruiz.
El Tabernáculo original, una notabilísima obra del platero salmantino Manuel García Crespo en 1756, se perdió durante la Guerra de la Independencia. El retablo muestra un lenguaje barroco más atemperado, ofreciendo una escena de colorido audaz, texturas diversas y una solemnidad impresionante, en un espacio donde conviven la espiritualidad, la ceremonia y el protocolo bajo una arquitectura acogedora e integradora.
Acudir a esta capilla es, por lo tanto, mucho más que acto turístico. Es una peregrinación a un lugar donde el arte se encuentra con la fe, donde la historia se encuentra con la devoción y el aprendizaje, y donde cada visitante es invitado a un viaje espiritual. Tan solo hay que cerrar los ojos y en silencio escuchar el susurro de Fran Luis de León dirigiéndose a sus alumnos: “Decíamos ayer”.
HORARIO
Lunes a sábado 10 a 20 h | Domingo y festivos 10 a 14 h
ACCESO
Con entrada
UBICACIÓN
Acceso por el Edificio Histórico de la Universidad. C/ Libreros, 19
Para disfrutar en familia o con amigos
EL LEGADO DE LA
FAMILIA CHURRIGUERA_
La familia Churriguera desempeñó un papel crucial en la evolución del Barroco español, dando origen al estilo conocido como “churrigueresco”. Conoce de primera mano la evolución de los retablos barrocos a lo largo del tiempo de una forma dinámica y clave de humor con el último descendiente de los Churriguera con un recorrido dinamizado por actores para todos los públicos.
HORARIO DE LOS PASES: Domingos, 11:05, 11:25 y 11:40 h.
DURACIÓN DEL PASE: 15 minutos
ENTRADA: De pago en la taquilla del espacio.
PLAN DE SOSTENIBILIDAD TURÍSTICA DE SALAMANCA