Catedral Nueva de Salamanca
En el corazón de la Catedral Nueva de Salamanca, entre los muros que han sido testigos de la historia y la fe de la ciudad, se erige majestuosamente el retablo del Cristo de las Batallas. Esta obra no es solo un elemento decorativo; es una página viva de la historia y la espiritualidad, un espejo del alma barroca que define tanto al arte como a la arquitectura de su tiempo.
El retablo del Cristo de las Batallas es una joya del barroco, ese estilo artístico que floreció en Europa desde finales del siglo XVI hasta el siglo XVIII. El barroco, con su exuberancia y grandilocuencia, buscaba no solo impresionar sino también involucrar emocionalmente al espectador. En este contexto, el retablo salmantino se presenta no como un mero accesorio, sino como un protagonista dramático de la narrativa sacra y artística del templo.
Este magnífico retablo es custodio de una historia rica y profunda. Según cuenta la tradición, el Cristo de las Batallas habría sido un testigo silente y protector durante las luchas que enfrentaron a las tropas cristianas contra las musulmanas en la conquista de Valencia por el Cid. Su presencia en el campo de batalla habría sido vista como un augurio de victoria y protección divina, y hoy, su imagen sigue evocando un sentimiento de solemnidad y respeto.
El Cristo de las Batallas, imagen venerada en Salamanca con especial relevancia a partir del siglo XVII, fue traído desde Valencia por don Jerónimo, capellán de don Rodrigo Díaz de Vivar, y más tarde obispo de Salamanca tras la restauración de la diócesis al principio del siglo XII. Esta escultura del siglo XI, la más ancestral de la diócesis, es una representación mayestática de Cristo mostrando las heridas y la sangre de la crucifixión, de una solemnidad majestuosa.
En su emplazamiento, un altar barroco creado por Alberto de Churriguera, se alza otra réplica del Cristo de las Batallas en la parte superior (realizada y bendecida para el culto tras la última intervención en el original). La imagen del Cristo de las Batallas comparte vínculos iconográficos con otras representaciones de Cristo crucificado de la época, como el Cristo del Carrizo o el de don Fernando y doña Sancha, mostrándose con cuatro clavos y los pies separados, conforme a la tradición de su tiempo.
Este lugar donde se cruzan la rigidez iconográfica y la riqueza artística, se convierte en un enclave de fervor escultórico. Más allá de simplemente presentar un contraste, este espacio abraza al Cristo con delicadeza, proporcionándole una atmósfera de proyección teofánica.
Al observar este retablo, el visitante es transportado a una época donde el arte no solo se admiraba, sino que se vivía. Cada elemento, desde las columnas historiadas que enmarcan la imagen central hasta los angelotes que muestran los instrumentos de la pasión, es un testimonio del barroco.
En su conjunto, el retablo del Cristo de las Batallas es una llamada a la contemplación y al asombro. Para aquellos que se acercan a este templo, se ofrece no solo como un testimonio de la fe y la historia, sino como una invitación a perderse en la belleza y la grandeza del arte barroco. En cada visita, los espectadores no solo ven una imagen; participan en una experiencia que trasciende el tiempo y el espacio, un espectáculo de arte y espiritualidad que continúa inspirando y elevando almas.
HORARIO
Lunes a Sábado 10 h - 20h. | Domingo 10 h - 18 h
ACCESO
Con entrada
UBICACIÓN
Acceso por Catedral Nueva. Plz. de Anaya s/n.
Para disfrutar en familia o con amigos
EL LEGADO DE LA
FAMILIA CHURRIGUERA_
La familia Churriguera desempeñó un papel crucial en la evolución del Barroco español, dando origen al estilo conocido como “churrigueresco”. Conoce de primera mano la evolución de los retablos barrocos a lo largo del tiempo de una forma dinámica y clave de humor con el último descendiente de los Churriguera con un recorrido dinamizado por actores para todos los públicos.
HORARIO DE LOS PASES: Domingos, 13:05, 13:25 y 13:40 h.
DURACIÓN DEL PASE: 15 minutos
ENTRADA: De pago en la taquilla del espacio.
PLAN DE SOSTENIBILIDAD TURÍSTICA DE SALAMANCA