En el corazón vibrante de Salamanca, donde el pasado se entreteje majestuosamente con el presente, se erige un monumento al esplendor barroco: el retablo de la iglesia de las Claras. Un auténtico símbolo del barroco y, además, con el apellido Churriguera en su firma, con lo que ello supone.

El retablo de las Claras es un testimonio elocuente de la riqueza cultural de Salamanca durante el periodo barroco. Creado en un momento en que el arte era tanto una expresión de devoción como de poder, este retablo representa un jalón en la historia del arte sacro español, desplegando un programa iconográfico basado en devociones y elementos identitarios de la orden de Santa Clara. Su diseño intrincado y su ornamentación exuberante son reflejos de una época que valoraba la grandiosidad y la teatralidad en sus expresiones artísticas.

Esta iglesia se compone de una única nave adornada con imponentes arcos de medio punto que se abren en los muros laterales, destacando una capilla mayor de testero recto. La edificación, de origen medieval, fue transformada profundamente en el siglo XVIII durante una extensa reforma barroca dirigida por Joaquín de Churriguera. Detrás del retablo dedicado a San Buenaventura, se esconde un arcosolio que alberga una pintura mural del siglo XV, representando la estigmatización de San Francisco.

Las bóvedas actuales, de medio cañón con lunetos y adornadas con estucos, son también obra de Churriguera, quien además diseñó un espléndido retablo en colaboración con Pedro de Gamboa alrededor del año 1702.

El retablo, tallado y policromado en madera, está presidido por una imponente escultura de Santa Clara y se estructura en un único cuerpo, dividido en tres partes por columnas salomónicas, culminando en un ático semicircular.

A diferencia de modelos renacentistas o barrocos tempranos, Churriguera abandona la estructura compartimentada tradicional en favor de una unidad espacial más completa. Aunque las divisiones son perceptibles al observar el retablo de abajo hacia arriba, el diseño introduce un dinamismo que rompe con la planitud tradicional, creando un espacio vibrante que invita al movimiento y transmite una fuerza emocional envolvente.

Este retablo no solo es una pieza central de la iglesia de las Claras, sino que también es una estrella en la constelación del arte barroco que adorna Salamanca. Junto con otras obras maestras de la ciudad, forma parte de un diálogo visual que atraviesa siglos. Es un recordatorio palpable de que el barroco, con su énfasis en el movimiento, el contraste y el detalle emocional, sigue resonando con aquellos que buscan la belleza en lo divino y lo terrenal.

Salamanca te invita, querido visitante, a que contemples el retablo de la iglesia de las Claras no como un destino, sino como parte de un camino, de una guía, de un recorrido que trata de ofrecer una ventana al alma de una época pasada pero nunca olvidada. Al visitarlo, uno no solo ve una obra de arte: participa en una herencia que continúa inspirando y desafiando a cada nueva generación que la descubre.

HORARIO

Martes a Sábado: 10 a 14 h - 16:30 a 19:30 h | Domingos y festivos: 10 a 14 h

ACCESO

Con entrada

UBICACIÓN

Acceso por Museo de Pintura Medieval de Santa Clara. C/ Santa Clara, 2.

Para disfrutar en familia o con amigos

EL LEGADO DE LA
FAMILIA CHURRIGUERA_

La familia Churriguera desempeñó un papel crucial en la evolución del Barroco español, dando origen al estilo conocido como “churrigueresco”. Conoce de primera mano la evolución de los retablos barrocos a lo largo del tiempo de una forma dinámica y clave de humor con el último descendiente de los Churriguera con un recorrido dinamizado por actores para todos los públicos.

HORARIO DE LOS PASES: Sábados, 13:05 y 13:30 h.
DURACIÓN DEL PASE: 20 minutos.
ENTRADA: De pago en la taquilla del espacio.

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PLAN DE SOSTENIBILIDAD TURÍSTICA DE SALAMANCA

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