Una obra maestra de la retablística barroca de Salamanca. Comenzó a construirse en 1644 por el ensamblador Antón Martín, y más tarde, en 1658, fue continuado por Juan de Rojas. La parte escultórica fue ejecutada por los hermanos Antonio y Andrés de Paz para la iglesia perteneciente a la Orden de Santiago en Salamanca.
Este lugar es el templo del Monasterio de las Comendadoras de Santiago, su retablo destaca como el más significativo de Salamanca en la primera mitad del siglo XVII, a la par que el retablo de la iglesia de San Martín (perdido en un incendio en 1854), creado por Antonio González y Esteban de Rueda. Este último fue un referente para numerosos retablos, incluido el de Sancti Spiritus. Su relevancia reside no solo en la arquitectura, sino también en su escultura.
La iglesia de Sancti Spiritus alberga en su seno una joya del arte barroco que cautiva y embelesa a todo aquel que tiene la dicha de contemplarla. El retablo mayor, ejemplar sobresaliente de la maestría artística del siglo XVII.
El retablo de Sancti Spiritus destaca por su limpia estructura arquitectónica en la que se distribuye gran cantidad de relieves y esculturas y su dorado resplandeciente que casi parece desafiar a la gravedad en su dinámico despliegue de formas y figuras. Una especie de teatro sagrado donde cada escultura, cada columna y cada panel juega un papel crucial en la narrativa espiritual que se despliega ante los fieles.
Así, cada elemento del retablo tiene su razón de ser, imbuido de simbolismo teológico profundo. Las imágenes de santos y mártires no son meras representaciones, sino mediadores entre los fieles y lo sagrado. El uso del oro no tendría, asimismo, un carácter meramente decorativo, sino que simbolizaría la luz divina, reflejando la gloria del cielo en la tierra.
El retablo, en su conjunto, actúa como un microcosmos donde el cielo y la tierra se encontrarían, donde lo humano tocaría lo divino. Esta interacción es esencial para entender el barroco no solo como un estilo artístico, sino como una experiencia espiritual que busca sobrecoger, envolver y elevar al observador.
A pesar de su extenso y complicado proceso de construcción que duró 15 años (1644-1659), se reconoce como una obra coral que implicó la colaboración de diversos maestros, contando hasta siete en las dos fases del proyecto.
El retablo se muestra como un punto de inflexión entre el clasicismo y los efectos de la contrarreforma, donde coexiste un diseño riguroso con una pureza de líneas y una organización meticulosa. Los elementos escultóricos invitan a una contemplación que se desliza entre el dorado y un cromatismo vibrante, culminando en un equilibrio escenográfico impresionante.
Este retablo forma parte de una constelación de obras de arte barrocas que adornan numerosas iglesias y templos en Salamanca. Cada una de estas obras comparte el estilo barroco como hilo conductor, caracterizado por su exuberancia, su riqueza en detalles y su poderosa capacidad de comunicar mensajes espirituales y emocionales de manera directa y muy humana.
Por eso, querido visitante, Salamanca pretende que cada visita cultive en ti una nueva capa de significado, una nueva oportunidad para conectar con el pasado y, a través de él, con lo eterno. Salamanca te invita a dejarte llevar por la grandeza de esta obra, a perderte en sus detalles y a encontrarte a ti mismo en la profundidad de su arte.
HORARIO
HORARIO DE VERANO: 13 de julio a 8 de septiembre | Martes a domingo: 11 a 13:30h. - 17 a 20 h.
ACCESO
Acceso libre
UBICACIÓN
Cuesta de Sancti-Spiritus, 24. 37001
Para disfrutar en familia o con amigos
EL LEGADO DE LA
FAMILIA CHURRIGUERA_
La familia Churriguera desempeñó un papel crucial en la evolución del Barroco español, dando origen al estilo conocido como “churrigueresco”. Conoce de primera mano la evolución de los retablos barrocos a lo largo del tiempo de una forma dinámica y clave de humor con el último descendiente de los Churriguera con un recorrido dinamizado por actores para todos los públicos.
DÍAS DE LOS PASES: Sábados, 3 y 24 de agosto; 7 de septiembre.
HORARIO DE LOS PASES: 11:05 h y 11:25 h.
DURACIÓN DEL PASE: 15 minutos
ENTRADA: Libre.
PLAN DE SOSTENIBILIDAD TURÍSTICA DE SALAMANCA