SALAMANCA Y EL BARROCO_
Patrimonio de la Humanidad y Cuna del Barroco Churrigueresco
Salamanca, reconocida como Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 9 de diciembre de 1988, es una de las ciudades más hermosas del mundo, gracias a su excepcional patrimonio arquitectónico y cultural, en el que el estilo barroco juega un papel fundamental. Este reconocimiento se debe en gran medida a la influencia de la familia de arquitectos Churriguera, cuyo legado barroco dejó una huella imborrable en la ciudad.
La ciudad forma parte de un selecto grupo de ciudades Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO debido a tres valores universales excepcionales. Primero, su Plaza Mayor es una obra maestra del arte barroco civil y uno de los conjuntos urbanos más importantes del siglo XVIII en Europa. La construcción de la plaza comenzó en 1729 bajo la dirección del arquitecto Alberto de Churriguera, continuada por su sobrino Manuel de Churriguera y concluida por Andrés García de Quiñones. Este impresionante espacio público combina la elegancia y la grandiosidad características del estilo barroco, convirtiéndose en uno de los puntos neurálgicos de la vida urbana de Salamanca. No solo es un símbolo de la ciudad, sino también un testimonio vivo de la influencia del barroco en su desarrollo arquitectónico.
Segundo, su Ciudad Vieja es uno de los centros esenciales del arte barroco, con una cohesión e integridad arquitectónica valorada especialmente por la UNESCO. Monumentos como la Catedral Nueva, la Clerecía, el Colegio de Calatrava, el Colegio de San Ambrosio, la iglesia de San Sebastián y San Esteban destacan por su riqueza decorativa y su importancia histórica, constituyendo un núcleo fundamental del estilo churrigueresco en Salamanca.
Tercero, su Universidad, fundada en 1218, es una de las más antiguas y afamadas de Europa. La universidad de Salamanca se mantiene en uso y conserva una herencia arquitectónica admirable que ilustra las diversas funciones de la institución universitaria en el mundo cristiano. Este conjunto incluye el Hospital del Estudio, las Escuelas Mayores y Menores y numerosos colegios fundados entre los siglos XV y XVIII, formando un impresionante legado educativo y arquitectónico en el corazón de la ciudad histórica.
EL LEGADO DE
LA FAMILIA CHURRIGUERA_
La familia Churriguera desempeñó un papel crucial en la difusión del estilo barroco en Salamanca. Tres miembros prominentes de esta familia destacaron como arquitectos y escultores, contribuyendo significativamente al paisaje urbano de la ciudad. Estos artistas fueron fundamentales en la creación de numerosas obras que hoy son iconos del barroco salmantino.
José Benito de Churriguera (1665-1725) fue el pionero de la familia, conocido por su habilidad para combinar elementos arquitectónicos y decorativos de manera innovadora y espectacular. Su estilo, conocido como churrigueresco, se caracteriza por la abundante ornamentación y el uso de formas curvas y onduladas. Entre sus obras más notables se encuentran el retablo de la iglesia del convento de San Esteban y el colegio de San Agustín, consolidando su reputación como un maestro del barroco.
Alberto de Churriguera (1676-1750), el hermano menor, continuó y expandió el trabajo de José Benito. Además de su participación en la creación de la Plaza Mayor, Alberto fue responsable de la construcción del Colegio de Calatrava. Su contribución al desarrollo arquitectónico de Salamanca fue fundamental para consolidar el estilo barroco como una de las señas de identidad de la ciudad. La fachada barroca y los detalles decorativos del Colegio de Calatrava son testimonio de su maestría.
Joaquín de Churriguera (1674-1724) también dejó una marca indeleble en Salamanca. Entre sus obras más notables se encuentra el altar mayor de la iglesia de San Esteban y la gran cúpula de la Catedral Nueva de Salamanca, aunque esta última fue parcialmente destruida por el terremoto de Lisboa de 1755. Joaquín también intervino en la Hospedería del Colegio Mayor de San Bartolomé, el Colegio de Calatrava, y el cerramiento del Coro de la Catedral Nueva de Salamanca, obras que continuaría su hermano Alberto.
Homenaje a Alberto
de Churriguera_
En 2005, la ciudad de Salamanca rindió homenaje a Alberto de Churriguera con una escultura en bronce, realizada por Fernando Mayoral, con motivo del 250 aniversario de la Plaza Mayor. Esta escultura, situada en la plaza del Poeta Iglesias, muestra a Alberto de Churriguera junto al Conde de Francos, José del Castillo y Larrazábal, promotor de la obra de la Plaza Mayor. La obra captura a Alberto trabajando en los planos con un compás, reflejando su importancia y legado en la arquitectura salmantina.
PLAN DE SOSTENIBILIDAD TURÍSTICA DE SALAMANCA